La situación de equilibrio de las reservas de componentes sanguíneos se rompe en varias ocasiones a lo largo del año, por ejemplo en Semana Santa, Navidad y verano son épocas en las que el número de donantes disminuye, mientras que los accidentes de tráfico aumentan.
En verano en particular, el consumo de sangre no sólo no disminuye, sino que, ocasionalmente se rompe el equilibrio y las reservas se sitúan en niveles mínimos que comprometen incluso poder hacer frente a las situaciones de urgencia. Por eso, no olvidemos concurrir durante el verano a donar sangre voluntariamente a la institución que mas nos agrade.
lunes, 17 de diciembre de 2007
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