viernes, 12 de octubre de 2007

Queres que te contemos lo que nos pasa?....

Quién de nosotros alguna vez no se encontró frente a la situación de que algún familiar, amigo o conocido, atravesando un problema de salud se viera en la necesidad de conseguir donantes de sangre?.
Los que vivieron o viven esa experiencia, son concientes de la carga afectiva y emocional que envuelve al paciente y su entorno, generando otras complicaciones como cirugías postergadas o más días de internación.
Desafortunadamente, en nuestro país la casi totalidad del sistema de salud depende todavía del aporte de donantes de sangre llamados "de reposición", es decir, obtenidos entre el grupo de familiares, amigos, compañeros o conocidos del paciente. Este modelo genera una situación injusta y coercitiva.
Según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, para que un país o comunidad tenga suficiente sangre se debe colectar el equivalente al 5 por ciento de la población. Las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud indican que "en las Américas, sólo Cuba alcanza esa meta. Estados Unidos 4.6%; Canadá, 3.3%; Uruguay, 3.5%; y en el Caribe, Curazao alcanza 4.1% y Aruba, 3.5%. El resto de los países de la región mantiene un nivel tan bajo como el 1%, lo que los hace altamente deficitarios". Muchos países desarrollados advirtieron temprano el problema e implementaron políticas públicas para reemplazar el modelo actualmente vigente en la Argentina, por uno mucho más solidario y seguro, cuya piedra angular está representada por la figura del donante altruista de sangre”: Representado por aquel individuo integrante de una comunidad, que decide ser solidario con la sociedad donando sangre en forma reiterada y habitual.
Este enfoque permite, entre otras ventajas adicionales, dar respuesta a aspectos básicos de la problemática de la salud: proveer sangre en forma adecuada y suficiente, con el mayor grado de seguridad para los pacientes que lo requieren. Los beneficios de esta forma de donar sangre son múltiples. La evidencia científica documentada muestra que la prevalencia de infecciones que pueden transmitirse a través de la transfusión, es mucho menor en el grupo de donantes voluntarios habituales, que en el grupo de los donantes de reposición (muchos de ellos de primera vez).
Esto nos enfrenta con un escenario que requiere de una transformación estructural y cultural contundente. Los procesos transformadores deben basarse en premisas claras y objetivos progresivos, a la vez que bien definidos. Algunos países, debieron invertir mucho tiempo y recursos para poder cambiar el paradigma, en una transición que llevó alrededor de diez años. Los individuos que integran una comunidad, suelen dar muestras de compromiso con ella, que se demuestra frente a situaciones de catástrofes o tragedias cuando estas golpean a la sociedad, en las que la respuesta solidaria es inmediata. Se trata entonces, que podamos recuperar un espacio para ejercer esa habitual solidaridad que nuestra población hasta no hace mucho ejercía, a través de un acto de enorme valor: darle respuesta a la necesidad cotidiana de cientos de semejantes que viven su propia tragedia.
El inicio de la transformación depende de cada uno de nosotros.
Donar sangre en forma habitual constituye un valor, ¨la solidaridad¨, que sólo se aprende ejercitándola.
Los requisitos básicos para ser donante son tener entre 18 y 65 años de edad, pesar más de 50 kilos, tener un buen estado de salud y valores de tensión arterial dentro de límites normales, no padecer anemia y no haber tenido prácticas de riesgo que faciliten el contagio de enfermedades infecciosas transmisibles por sangre. Al contrario de lo que suele suponerse, para donar sangre no es recomendable estar en ayunas. En cambio, es imprescindible llevar el documento de identidad. La donación puede realizarse en cualquier Banco de Sangre o Servicio de Hemoterapia público o privado. El proceso es sencillo. La extracción en sí misma no consume más de 10 minutos y todo el trámite demanda aproximadamente 45 a 60 minutos, según las características de cada lugar. Otro elemento a tener en cuenta es que la donación altruista de sangre, además de ser una cuestión de salud pública, es también una cuestión de educación. Por ello resulta indispensable desterrar ciertos mitos que producen una actitud negativa en la gente, como por ejemplo que donar sangre hace adelgazar, o engordar; que puede contagiar enfermedades. Es bueno tener en cuenta que todos los materiales que se emplean en la donación son descartables y por lo tanto incapaces de contagiar enfermedad alguna al donante y el paciente.
Entre el 19 y 21 de septiembre se realizó en Buenos Aires, en el Hotel Hilton, el XI Congreso Argentino de Medicina Transfusional, en el cual se presentó, un spot publicitario (puede verse completo en la web www.donandosangre.org) realizado con el fin de dar inicio a un proyecto avalado por la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematologia desde su Comité para la Promoción de la Donación de Sangre Altruista y Repetitiva, cuyo objetivo es contribuir a lograr los cambios culturales necesarios para responder a las necesidades transfusionales de nuestra población basados en donantes altruistas y repetitivos.

No hay comentarios: